Franz Jaime Chuquimia Coronel, el 18 de abril de 2021, respiró hondo y pensó tres segundos, como si el día de su partida llegaría pronto, para responder a la pregunta: ¿Qué éxito de los Jach’a Mallku te llevarías si te tocará partir?
“El tema se llama ‘Para tu mirar’, es una hermosa cueca que es conocida mundialmente como en China, Japón, Australia, (Estados Unidos y Latinoamérica)”, respondió Franz Chuquimia, a la pregunta de Ronico Cuellar, en el programa The Narigon Show.
El maestro Franz Chuquimia de un grupo de amigos entusiastas de un barrio de La Paz llegó a empoderar al Gran Jefe, Jach’a Mallku, en aimara, fundado el 22 de octubre de 1985; cuyos músicos armados de charangos, zampoñas, guitarras y matracas pasearon el folclore boliviano por los cinco continentes.
El eximio artista boliviano perdió sus dos riñones por Covid-19 y se sometía al tratamiento de hemodiálisis, pero salía sonriente, enérgico, emocionado y con las mismas ganas de siempre al escenario para entregar su talento como si fuera su última presentación, en cada una de las actuaciones.
Por casi medio siglo, 45 años, Franz Chuquimia encandiló e hizo bailar con su voz singular y la música de Jach’a Mallku, al ritmo de la morenada, la kullawada, el caporal, la cueca y otros, a millares de folcloristas, compatriotas en el exterior y hasta extranjeros.
Franz Chuquimia nació en La Paz, el 15 de febrero de 1960, pero a sus 14 años formó el dúo Pizarroso-Chuquimia, también integró los grupos folclóricos de Ancestro, Wari, Uma, Urubamba y Mallku de los Andes.
Más de 20 discos en el historial, llevó a Jach’a Mallku al programa Siempre en Domingo, en México, cantaron al papa Juan Pablo II, participaron en Expo Sevilla 92 y decenas de escenarios en el exterior.
Bolivia siempre rememorará a Franz Chuquimia, el Jach’a Mallku ataviado de la chalina y el poncho calcheño multicolor de fiesta, el sombrero blanco, la matraca y bailando la morenada, la kullawada, el caporal y la cueca “Para tu mirar”.
“Soy un loco empedernido moreno, para Bolivia y el mundo...”, fue su último posteo del maestro Chuquimia.
