Emprende en moda, música, software o educación

Modelos de Santa Cruz (Foto: Promociones Gloria)
Modelos de Santa Cruz (Foto: Promociones Gloria)
Mediabol
15/11/2024
22:22 PM

La transición del extractivismo a la economía creativa y resiliente es el desafío de Bolivia para aminorar la depredación y la explotación de las materias primas con graves consecuencias para el medioambiente, la flora y la fauna del país, situación que fue analizado por un grupo de especialistas.

El libro “Creatividad y emprendimiento: nuevas economías en Bolivia”, que reúne diferentes investigaciones que presentan un panorama actualizado del sector, fue presentado en el marco del II Foro Internacional de Economía Creativa, por la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), que explora las posibilidades, el potencial y los desafíos de la economía creativa en el país.

La moda, la música, el desarrollo de software y la educación, entre otros sectores, son las alternativas de la economía creativa.

“Este libro reúne los aportes de investigadores (…) de cómo promover la economía creativa en nuestro país y se han identificado varias soluciones a corto plazo, como flexibilizar las normas económicas para ayudar a promover la empresa privada, reducir impuestos o generar estímulos”, señaló Santiago Laserna, director de Proyectos del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES).

La moda como un elemento de inclusión e igualdad de género

La economista Valeria Salinas-Maceda, por su parte, presentó el artículo científico “La industria de la moda en Bolivia: alta participación de la mujer, equidad de género y competitividad”, el cual aborda la economía creativa desde una perspectiva de género en la industria de la moda.

De acuerdo con datos de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 72% de la fuerza laboral en esta industria de la moda son mujeres, en su mayoría jóvenes y empleadas en microempresas.

“Aunque esto parece positivo, los salarios promedio de las mujeres son significativamente inferiores al salario mínimo nacional y al de sus homólogos masculinos, evidenciando una gran desigualdad de género”, indica.

El estudio revela que, a pesar de la alta competitividad en la comercialización de productos, persiste un «techo de cristal» en la industria de la moda en Bolivia. Las mujeres perciben mayores dificultades para acceder a puestos de liderazgo y enfrentan desigualdades salariales en comparación con los hombres, por lo que es necesario generar políticas públicas que promuevan el empoderamiento y legitimen la producción creativa de las mujeres.

Ocio, recreación y economía creativa en Bolivia

Daniel Moreno Morales y Wara Moreno Barroso presentaron un estudio correspondiente al ocio y las actividades recreativas en el país y su potencial como factor de creación de riqueza.

“Estas actividades, aunque considerados juegos, no han sido tomadas en serio por las ciencias sociales en Bolivia. Esta investigación exploratoria busca responder cuatro preguntas: la frecuencia de estas actividades, quiénes las practican, cómo contribuyen al capital social y su impacto económico. Utilizando datos de una encuesta representativa a nivel nacional, realizada en agosto de 2024, abordamos estas cuestiones”, explica Moreno Morales.

Por su parte, Moreno Barroso indica que la investigación halló que más de la mitad de los bolivianos participa en actividades de ocio al menos una vez al mes, siendo el fútbol la más común. Sin embargo, existen desigualdades en la participación según el género y la edad, con menor participación de mujeres y adultos de mediana edad.

“Además, las actividades de ocio permiten construir capital social, aunque principalmente entre personas conocidas, y tienen un impacto económico significativo, con un gasto mensual promedio de 52 bolivianos por persona”.

En conclusión, el estudio descubrió que hay una alta participación en actividades recreativas, sin embargo, existe una elevada desigualdad en función del género y edad.

“A pesar de estas limitaciones, las actividades de ocio no solo son una forma de disfrute y socialización, sino también un motor económico importante”.

El software, una oportunidad de crecimiento creativo

Los investigadores Alex Ojeda y Valeria Peredo, presentaron un adelanto de su trabajo La programación de software en Bolivia, en el cual abordan las características y el potencial de la industria del desarrollo de programas informáticos en el país.

“Aunque la industria de software es dominante en economías avanzadas como Estados Unidos, también hay espacio para el Sur global, incluyendo Bolivia. En Cochabamba, por ejemplo, se han identificado empresas locales orientadas al mercado exterior, mostrando que la programación de software puede ser una alternativa viable para diversificar la economía del país y reducir la dependencia en sectores extractivos”, explica Ojeda.

Por su parte, Peredo abordó el perfil de los programadores, considerados los «rockstars» de esta industria, quienes requieren habilidades de concentración y resolución de problemas lógicos.

La mayoría de ellos son jóvenes varones, solteros y sin hijos, y muchos provienen de colegios privados, lo que sugiere una mejor formación en matemáticas y ciencias en estas instituciones. Además, aunque el sector valora más las competencias y habilidades que los títulos formales, el dominio del inglés es crucial debido a la naturaleza internacional del trabajo.

En cuanto a las condiciones laborales, la mayoría de los programadores trabajan en el sector privado o como freelancers. El promedio laboral es de 40 horas semanales, generando ingresos con un salario medio de 7.500 bolivianos por mes, significativamente más altos que el promedio salarial de la Población Económicamente Activa (PEA) que es de 2.300 bolivianos por el mismo tiempo trabajado.

“Esto muestra que el sector ofrece oportunidades económicas atractivas que pueden ser explotadas en el país, más aún, considerando que la mayor parte del trabajo que se realiza, se exporta al exterior”, apunta la investigadora.

Educación como motor de la economía creativa

Durante la presentación del libro, los investigadores Mauricio Moscoso y Diego Boulocq compartieron los hallazgos más importantes de su investigación “Innovación y educación: Una mirada a los modelos educativos desde la economía creativa” según la cual, la adopción de nuevos modelos educativos es una de las claves para el fomento de la economía creativa.

“Hemos explorado nuestra investigación sobre la relación entre economía creativa y modelos educativos por diferentes razones, principalmente el rol que juega la educación como un factor catalizador de la innovación y la creatividad”, señala Moscoso.

Por su parte, Boulocq apunta que existe una contradicción entre dos paradigmas. El primero es un modelo tradicional de educación, que es rígido, memorista, poco flexible y autoritario. En contraposición, encontramos un modelo de innovación, que es más flexible, experiencial y dialogante. Ante esta contraposición, los investigadores se plantean acciones a tomar para promover la innovación en los modelos educativos.

Esta evolución, sugiere la investigación, puede ser lograda a través de un cambio en las políticas públicas, pero también a través de la voluntad de cambio y de la implementación de nuevas visiones pedagógicas.

“La educación debe ser un motor de transformación social y económica para generar una economía más sostenible y creativa y para imaginar futuros mejores”, puntualiza.

 

Nos interesa tu opinión