Con la visión de llevar sus diseños de la chola paceña a la pasarela internacional trabajan Yesenia Mamani, su pareja, hijos y hasta amigas, pero sin mezquinar los esfuerzos y la inversión en el emprendimiento.
La muñeca vestida de pollera y manta con la que jugaba mientras pastaba sus ovejas de niña despertó su sueño de emprender en el diseño del vestuario de la mujer paceña, sin embargo, en la adolescencia pasó días difíciles por la precariedad que le expulsó del seno familiar en busca de trabajo y un oficio.
Por los primeros trabajos manuales del vestuario de la mujer paceña se ganaba 50 centavos, dos bolivianos y así sucesivamente, luego compró una máquina sin saber usarla; también busco insertarse en el campo laboral en algunos negocios en la ciudad de La Paz, pero fue relegada por falta de conocimiento de costura que le provocó frustración, pero no fue abatida.
Las lágrimas de decepción por los fracasos, la constancia en el aprendizaje de forma autodidacta, el esfuerzo por conquistar sus sueños y la alegría por nacer su emprendimiento empezó a dar los frutos y Yesenia empezó a despegar sus diseños del vestuario de la chola paceña en la pasarela La Paz en Boga, pero hoy el objetivo es llevar sus creaciones a una pasarela internacional y abrir sucursales de su negocio en otros departamentos no sólo para crecer como emprendedora sino para crear fuentes de empleo.